Desde hace tiempo me sobrevuela una teoría muy curiosa que año tras año y sobre todo después de Las Finales 2007 ha ido creciendo en mi mente mal pensada.
Estos San Antonio Spurs, que se proclamaron recientemente campeones de la NBA, y con otros tres titulos a sus espaldas (99, 03 y 05), deben tener a un benefactor dentro de la gran estructura de la liga de las tres siglas mágicas porque sino no me explico como un equipo tan ruin ha podido forjarse una dinastia que poco a poco se está cargando lo mejor del baloncesto norteamericano, el espectáculo.
No digo que sea David Stern porque él ha sido el primero en criticar el juego rácano de los Spurs a lo largo de los últimos años, pero sí alguien con cierto poder en los estamentos arbitrales debido a que desde hace tiempo a este equipo vestido curiosamente de negro se la ha permitido repartir estopa a diestro y siniestro durante la última década y no es extraño que los 29 equipos restantes les califiquen como los jugadores más sucios y a la franquicia más sucia de toda la NBA.
A excepción de esta última temporada, dónde a mi juicio 'sólo' les han ayudado ante los Phoenix Suns (que no es poco!!!!) ya que sabían que era la eliminatoria clave, en el resto no necesitaron del trío arbitral, aunque frente a los Cavaliers se les permitió dar mucha cera sobre todo a LeBron James, pero en Cleveland se bastaron ellos solitos para perder, -porque menuda banda a excepción del Rey-.
Si echamos la vista atrás, en todos los años que han conquistado el anillo, (exceptuando en Las Finales contra el Este con equipos de poco nivel menos Detroit en el 2005) siempre han estado inmersos en alguna polémica y han sido criticados siempre por ser el equipo al cual los árbitros 'ayudan'. Nowitzki, Kobe, Nash, Shaq, por citar los más recientes explicaron su malestar en su día por la excesiva dureza permitida a los spurs en playoffs, y no es extraño que en el juego que hoy en día se practica sea el equipo más duro y sucio el que gane los partidos.
Pero si echamos la vista un poco más atrás, y nos remontamos a la temporada que perdieron prácticamente todos los partidos a propósito (debido a la lesión de David Robinson) para intentar alcanzar una buena posición en el draft, qué curioso que aquel año fuese Tim Duncan el mejor jugador universitario y qué curioso que a los San Antonio Spurs les tocase en la loteria el número uno. Desde entonces, gracias a la elección del ala-pivot de las Islas Virgenes, esta franquicia pasó de ser una más, a ser una de las mejores de la NBA. El tener a Duncan les ha permitido año tras año ir reclutando a buenos jugadores, aunque también es verdad que es una de las franquicias que más han acertado a la hora de elegir jugadores en el draft (tony parker o manu ginobili, por ejemplo) y que han ayudado a ser el equipo que es a día de hoy.
Sin duda, ha sido la franquicia más beneficiada en muchos aspectos de la NBA en la última década y los cuatro anillos con el juego rastrero que han practicado es la mayor de las pruebas.
La NBA (o mejor dicho David Stern) debería pensar en endurecer las reglas contra los equipos más defensivos de la liga, porque a mi juicio se están cargando el espectáculo. Y las audiencias lo ratifican. La final de 2007 ha sido la de menor rating de toda la historia, y además, los spurs han estado en las cuatro de las cinco finales menos vistas en los más de 60 años de NBA. Por algo será.
miércoles, 20 de junio de 2007
viernes, 1 de junio de 2007
Sí, LeBron James es el elegido
Ayer se confirmó, por si había alguna duda, que The Chosen One es LeBron James. La demostración que hizo ante los Detroit Pistons en el quinto partido de las finales de la Conferencia Este es la prueba que el mundo NBA necesitaba para terminar con el debate.
En un momento en el que los play-off estaban de capa caída tras las amenazas de traspaso de Kobe Bryant a la directiva de Los Angeles Lakers (que desvió toda la atención), salió LeBron James para devolverle la magia que se merece a las eliminatorias por el anillo de la NBA.
48 puntazos, incluídos los últimos 25 de su equipo en el partido, para ganar por 109-107 a los de la Motown, en el mismísimo Palace de Auburn Hills y tras dos prórrogas.
Es la mayor demostración de un jugador sobre una cancha de baloncesto que he podido ver en los últimos tiempos y no recuerdo nada igual desde que Michael Jordan les endosara 63 puntazos a los Celtics de Larry Bird y compañía en el Boston Garden hace ya 21 años.
Lo que hizo ayer LeBron se acerca a lo que hizo Su Majestad en el Garden y para mí sobrepasa a lo que hizo Kobe el día de los 81 puntos. Es mucho más difícil meter 48 puntos ante todo un Detroit Pistons en el Palace de Auburn Hills en el quinto partido de una final de la conferencia Este, que anotar 81 puntos en un partido de la liga regular en el Staples Center ante un Toronto que aquel año era de los peores equipos de la NBA.
Es más, Kobe Bryant, que pide fichajes para poder luchar por el anillo, debería aprender de LeBron y no llorar tanto. LeBron ha demostrado que él consigue involucrar a sus compañeros aunque no sean una maravilla, y eso que tiene al lado al mayor atracador de la historia de la NBA (Larry Hughes, cobrando 12 millones de dólares al año).
Ojalá El Elegido se clasifique para Las Finales de la NBA y ponga emoción a estos play-off, porque David Stern y Stu Jackson ya se cargaron a los Phoenix Suns.
Go LeBron!!!!!!!
En un momento en el que los play-off estaban de capa caída tras las amenazas de traspaso de Kobe Bryant a la directiva de Los Angeles Lakers (que desvió toda la atención), salió LeBron James para devolverle la magia que se merece a las eliminatorias por el anillo de la NBA.
48 puntazos, incluídos los últimos 25 de su equipo en el partido, para ganar por 109-107 a los de la Motown, en el mismísimo Palace de Auburn Hills y tras dos prórrogas.
Es la mayor demostración de un jugador sobre una cancha de baloncesto que he podido ver en los últimos tiempos y no recuerdo nada igual desde que Michael Jordan les endosara 63 puntazos a los Celtics de Larry Bird y compañía en el Boston Garden hace ya 21 años.
Lo que hizo ayer LeBron se acerca a lo que hizo Su Majestad en el Garden y para mí sobrepasa a lo que hizo Kobe el día de los 81 puntos. Es mucho más difícil meter 48 puntos ante todo un Detroit Pistons en el Palace de Auburn Hills en el quinto partido de una final de la conferencia Este, que anotar 81 puntos en un partido de la liga regular en el Staples Center ante un Toronto que aquel año era de los peores equipos de la NBA.
Es más, Kobe Bryant, que pide fichajes para poder luchar por el anillo, debería aprender de LeBron y no llorar tanto. LeBron ha demostrado que él consigue involucrar a sus compañeros aunque no sean una maravilla, y eso que tiene al lado al mayor atracador de la historia de la NBA (Larry Hughes, cobrando 12 millones de dólares al año).
Ojalá El Elegido se clasifique para Las Finales de la NBA y ponga emoción a estos play-off, porque David Stern y Stu Jackson ya se cargaron a los Phoenix Suns.
Go LeBron!!!!!!!
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